Frenkie de Jong pone en peligro el puesto de Busquets

Frenkie de Jong
Frenkie de Jong pugna una pelota en el Barcelona - Villarreal. (Getty)

El grandísimo partido de Frenkie de Jong como pivote deja el interrogante en el Barcelona de si lo que están buscando, un pivote que haga competencia a Sergio Busquets, está de puertas para adentro y no en el exterior. El holandés fue uno de los grandes destacados ante el Villarreal en el triunfo por 3-0 del Barça con el que recuperaban la senda de la victoria. Estuvo impoluto fallando tan sólo cuatro pases de los 81 que intentó para un 95% de acierto.

«Estoy cómodo cuando me involucro en el juego, toqué mucho el balón y estoy contento», decía De Jong tras el partido, como siempre de pocas palabras pero al que era imposible no leerle su expresión corporal, contento, muy contento por el partido que había hecho y por cómo habían ido las cosas con él sobre el terreno de juego.

Tras el empate ante el Inter de Milán en Champions League y la derrota en el Clásico ante el Real Madrid uno de los grandes tocados fue Busquets. Si ante los italianos cometió uno de los errores groseros que costó un gol al equipo, ante el conjunto blanco fue incapaz de jugarle de tú a tú la batalla del centro del campo a Toni Kroos y Luka Modric. El físico del catalán nunca fue privilegiado pero sí su colocación, a su edad y el ritmo frenético que exige a día de hoy este deporte, se multiplican sus carencias.

Tras ceder ante el Real Madrid, en varios medios afines a los culés ya se podía leer lo que era una declaración de intenciones y una diana al mismo tiempo. El Barça buscaba un pivote para el mercado invernal, un jugador bueno, bonito y barato, esa triple B tan difícil de encontrar, más en un mercado tan exigente como el que se abre en enero, más tras la disputa del Mundial. Con esa premisa se apuntaba directamente al partido del capitán como uno de los boquetes del equipo para ceder. En el mismo, ya se contemplaba la opción de De Jong y de Kessié como alternativas a Busquets.

Pero unos días más tarde, no se sabe realmente si por castigo o descanso, Xavi revoluciona el once y deja en el banquillo a Busquets y da la oportunidad en el pivote a De Jong. El holandés, con Pedri y Gavi por delante, fue el nexo de unión del equipo ante el Villarreal. El faro de la salida de balón y la escoba que iba barriendo los despistes o vacíos en las líneas. Estuvo muy atento en cada acción, preciso, impoluto… algo que también destacan los números.

Más allá de esos 79 pases en los que sólo falló cuatro, para ese 95% de precisión, De Jong también estuvo preciso en sus desplazamientos en largo (2/2) y en sus centros laterales (1/1). Los dos regates que intentó para sacar la pelota en conducción fueron un éxito, y sirvieron para que el equipo avanzara varios metros en pocos segundos, dando aire.

El tema está en que en tareas defensivas el holandés fue un miura de cuidado. El holandés no perdió ninguno de los duelos que protagonizó: nueve en el suelo con éxito y uno por alto con el mismo resultado. Sólo perdió seis balones en los 70 minutos que jugó, momento en el que fue sustituido por Busquets y recibió la ovación de la afición, muy contenta con su rendimiento.

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